CATA DE TINTOS PESQUERA
EN
No conozco a Don Alejandro Fernández de persona, pero de referencia por supuesto que si. Además mi gran amigo Jack Canavaggio, dueño aquí en ciudad de Panamá de la tienda Canavaggio Wine Boutique, lo ha tratado personalmente a menudo y me consta que ha recibido de parte de Don Alejandro y de sus dos hijas, Eva y Lucía, un trato preferencial lleno de deferencias y distinciones, desde hace años. Don Alejandro en mi opinión viste el ropaje lujoso de una gloria enológica bien merecida, por ser la figura más influyente y prestigiosa del sector viti vinícolo tradicional de España. Su elevado y noble carácter empresarial hizo de su primera propiedad en Ribera del Duero, Tinto Pesquera, un icono representativo de lo que debía ser, desde su fundación hace casi 40 años, el amor y el respeto por el territorio y por sus tradiciones orales. Ese fue el aporte primordial de Don Alejandro a la historia contemporánea del vino. O sea, el saber maridar el esforzado sudor del hombre de la tierra, rico en memorias, con la generosa fecundidad de la geografía física, rica en frutos. Y de esa manera creó un despertar asombroso de la agro industria del vino, la cual es la actividad productiva más civilizada y gratificante de la humanidad. Es por eso que la ciencia y el arte de la eno gastronomía es en la actualidad otra cosa, gracias a Don Alejandro Fernández, no solo en España, sino en el mundo.
JACK CANAVAGGIO Y MIGUEL ANGEL BOCOS.
En TAPPO WINE BAR,
ciudad de Panamá.
Hoy Don Alejandro tiene cuatro propiedades diferentes en España y por iniciativa de él nos visita en estos días el gran embajador del buen gusto de sus Bodegas, Miguel Ángel Bocos, también originario de Ribera del Duero y Director Internacional de Mercadeo del Grupo Pesquera. Y fuimos invitados junto con un grupo de selectos clientes de Jack a una cata y degustación en su Wine Bar, TAPPO, ubicado al lado de su Wine Boutique.
TAPPO WINE BAR es una propuesta italiana de CANAVAGGIO WINE BOUTIQUE y sus asociados Mirko y Faby, también italianos de origen y de gran añada, por cuyas venas corre esa misma sangre hirviente del humano mediterráneo y que también corre por las venas de los mejores panameños, lo cual hace de Panamá otro país más de encuentros agitados y de olvidos productivos.
Del Parque de la Golosa Don Alejandro sacó las cepas más antiguas de una variedad que nunca tuvo ni fama ni glorias. La olvidada uva manchega Airén. Y con ella se aventuró a fabricar su primer vino blanco, el Alejairén 2007, 100% Airén: uno de esos hijos hidalgos y quijotescos nacidos en Campo de Criptana, el cual hoy merece Denominación de Origen La Mancha. Hoy hemos catado el 2008, la segunda añada. Es un vino ácido que tiene boca pesada y gran color cobrizo como el del astro rey cuando se abate implacable sobre los terruños áridos de La Mancha. Y su caldo ha pasado 24 meses en barricas de roble americano, madera cuya generosa porosidad bendice el caldo con un incursionar acelerado de años añejos... Confieso con estremecimiento de admiración que este vino es de mi entero agrado.
Y como el blanco anterior este tinto manchego, El Vínculo, 100% Tempranillo = Cencibel, es también de cepas nativas de Castilla - La Mancha, precisamente de Campos de Criptana, una tierra mítica y desértica asediada por la fantasía rítmica de imponentes molinos de viento. Por algo Robert Parker y Wine Advocate, ambos le han dado al año 2006 que hemos catado hoy, 92 puntos. Otro caldo que reposa 18 meses en barricas de roble americano para conquistar en poco tiempo la seriedad, el peso y la concentración cremosa de la madurez. Una obra maestra de Don Alejandro y su hija enóloga Eva María, quién junto con su hermana Lucía visitó a Jack aquí en Panamá hace poco tiempo.
Siguió de la tercera bodega de Don Alejandro la cata del vino Dehesa La Granja 2003 un tinto 100% Tempranillo nacido y criado en la Tierra del Vino de Zamora. Un antiguo territorio en medio del recorrido sur del Camino de Santiago, o sea, en la milenaria Ruta Romana de la Plata. Tierra en donde el vino siempre ostentó el desnudo cuerpo del tiempo y que además huele al embrujado bouquet de la memoria. Es una finca modelo y ejemplar porque Don Alejandro decidió armonizar su arquitectura con la belleza indescriptible del paisaje. Estuvo El Vínculo en barrica de roble americano por 24 meses. Así que los invito a no imaginar la potencia de la madera y la tierra de este vino, porque es mejor probarlo y probarlo varias veces. Y sabrán de qué se trata.
CONDADO DE HAZA 2007
VIDEO DE EVA FERNANDEZ
Este es el vino que consagró el gran modelo denominado “estilo Alejandro Fernández”. Criado en barricas de roble americano durante 18 meses. Don Alejandro en 1995, después de varios años de haber iniciado la producción pudo confirmar que Condado de Haza era finalmente su Château soñado desde toda su vida. Ese carácter de gran sueño hecho realidad, de distinguida clase bordelesa y de amable feminidad es lo que postula este admirable vino.
Y ahora, regresemos al primer sueño, a la primera bodega y al primer gran vino de Don Alejandro, al Tinto Pesquera. El cual comenzó a nacer en 1972 cuando compró un antiguo y pequeño lagar del siglo XVI, en donde comenzó a gestar durante casi diez años más lo que llegó a ser lo que todavía hoy es una bodega y un vino de gran estilo. Catamos el Crianza 2008, el cual como todas sus añadas es el emblema supremo de Ribera del Duero. De gran boca, desde el sedoso primer inicio hasta el largo final, amable y fresco. Este vino sobre todo, como las óperas de Verdi, no hay que hablarlo, nunca, porque hay que entregarlo a los sentidos en sagrado silencio. Así las óperas al oído y el Pesquera a la boca. Nada más.
Saludos.
Flavio.