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domingo, 12 de febrero de 2012

"LIMONCILLO" Jueves 9 febrero 2012.

Limoncillo Forever …

En italiano la palabra Limoncello,  que en español se pronuncia “limonchel-lo”, nombra  una famosa y agradable bebida alcohólica digestiva a base de algún cítrico que se ofrece al final de la comida en Casa Tua y en Limoncillo. Esta bebida fue  inventada y es producida en la colinas de las riberas de la Península de Sorrento. Colinas que se encaraman hacia el cielo para formar el macizo calcáreo de los Montes Lattari que dibuja el espinazo central de la Península Sorrentina. Estos montes se asoman al norte sobre el Golfo de Nápoles y al sur sobre el Golfo de Salerno. Salerno es la tierra natía de nuestro querido y apreciadísimo chef Mássimo, propietario de Casa Tua. A lo largo de esa ribera sur se extiende la bellísima Costa Amalfitana y como prolongación sobre el mar hacia el oeste, la Isla de Capri que en tiempos antiguos estuvo unida a tierra firme. Toda la Península Sorrentina es una tierra de exclusivas especialidades gastronómicas. A saber: Mozzarella di Agerola, Provolone del Monaco, Pizza a Metro, Pasta di Gragnano, Frutos del Mar, Limone di Sorrento y Limone di Amalfi con los cuales se confecciona el famoso licor mencionado, el Limoncello y el sublime Babà al Limoncello.


LIMONCILLO, MAMÓN, GUAYO.


En español por otra parte, la palabra Limoncillo designa a una fruta que aquí en Panamá se conoce como Mamón, Mamoncillo, Guayo, … etc., Cuya pulpa,  prisionera del color del sol, de paladar ácido y cítrico, es muy apetecida por sus agradables propiedades gustativas y extraordinarios contenidos nutricionales. La semilla se come cruda o, como la pepita de marañón, tostada, y es deliciosa en ambas versiones.

En el barrio de San Francisco la palabra Limoncillo designa un restaurante italiano que me gusta mucho y en donde cené hoy con el célebre comentarista radial y economista panameño Francisco Bustamante. Experto conocedor no sólo de economía y banca internacional sino, sobre todo, es un experto de la buena cocina, de los vinos de calidad, de la cultura judía antigua, de política contemporánea, de artes pictóricos… etc.

Nos tomamos una botella de vino producida por la Famiglia Marrone, el “Passione”. Un vino de color rojo granada a base de dos uvas, la Nebbiolo y la Barbera, producido en la zona de las “Langhe”, célebre territorio muy conocido en el universo de los aficionados “foodies” al gran arte eno gastronómico del Piemonte, por sus vinos, sus quesos y sus trufas, en especial,  la trufa blanca de Alba.

La comida del restaurante Limoncillo es ejemplar. Se nota en ella el toque de una mano compleja, antigua y experta que enamora y que sabe procrear recetas de buena cuna. Es así que forman el menú platos especiales que son portadores de elegantes reminiscencias tradicionales. Además se nota en ellos la agraciada puntualidad de los cocineros ejecutores, todos nativos de nuestras mejores etnias. Se nota en el ambiente la premura educada y paisana del personal de mesa, Edward y Edwin,  y sobre todo, se nota el interés, el acierto y la esmerada gerencia de su propietario,  nuestro gran amigo Andrea, quien sabe rendir un servicio al cliente como debe ser.

Saludos
Flavio.

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