Spaghetti alla Gricia
Il "sugo alla gricia", o "salsa gris", con la cual se condimenta de manera rápida y sabrosa la pasta seca italiana, es la salsa blanca más tradicional de la cocina del Lazio, en especial de la cocina romana casera.
En el pasado, antes del siglo XVII, o sea, antes de la llegada del tomate a Europa, introducido por Hernán Cortés en 1540, la salsa llamada "alla gricia" fue la precursora de la salsa "a la amatriciana”. Al punto que hoy muchísimos gastrónomos tradicionalistas consideran a esta salsa blanca como la verdadera “salsa a la amatriciana”. Como ven, "la salsa gricia" todavía hoy no lleva tomate, y desde su antiquísimo pasado era la salsa de la gente pobre del agro laziale y abruzzese, o sea, de campesinos y pastores, que se prepara solo con trocitos alargados no delgados, más bien gruesos, de guanciale dulce pasados a seco por sartén de hierro a medio fuego sin dorar ni tostar hasta que la grasa de los trocitos del guanciale se torne transparente al liberar su delicioso juguito, al cual y en dicha sartén de hierro se vierte la pasta cocida al diente para recibir una pasadita rápida y luego añadirle un puñito de pecorino romano al momento de servir la pasta, que puede ser rigatoni, bucattini, spaghetti, gnocchi, etc. NOTA. El nombre “gricia”, o sea, “gris” indica más bien “blanco” para precisar que la salsa de la pasta carece de color.
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