Memorias de Flavio Velásquez...: "ROMA ANTICA" Sábado 6 octubre 2012.

Roma Antica

Se encuentra pasando el Marriot del área bancaria

hasta llegar al primer cruce y allí doblas a la derecha.

Si te pasas este cruce llegas a la calle 50

y tendrás que dar la vuelta.

263-1967, 6673-4250

ACTA No. 7-2012. Roma Antica, sábado 6 octubre 2012.

JUAN ANTONIO MAYORAL, HECTOR CASO, RUBERN Y EDGARDO VANDER WERF, FLAVIO VELASQUEZ Y MAURICIO DE LA GUARDIA.

El Cartel

Del eterno retorno.
Parte 1

Hoy, de los doce apóstoles que forman El Cartel, nos hemos reunidos aquí en Roma Antica la mitad más uno. Gracias a la participación del padre de Rubén, Edgardo Vander Werf, quien llegado del Gran Buenos Aires está de visita entre nosotros para llenarnos de alegría y gracia porteña de la mejor añada. Edgardo es el eslabón perdido del misterio del tiempo sobre las briosas carnes de El Cartel. Porque luce Edgardo en su cobertura personal esa pátina más preciosa que el oro sobre la cual el óxido del tiempo no se posa jamás.

En los sueños de El Cartel lucen también sus apóstoles el mismo brillo de Edgardo. O sea, los apóstoles de El Cartel como Edgardo saben que está muy lejos de ellos todavía la curva después de la cual inicia esa loca corrida desbocada hacia la recta final de la vida. Saben que mientras tengan, como Edgardo, su espíritu indomable y sus fieros tendones corporales los años de miedo y cansancio no pasarán. Sabiduría que, por otra parte, está en la química misma de la existencia humana y que por la intensidad que muestra Edgardo entre nosotros, podemos verla y tocarla, como si fuese una fantasía hecha realidad. Es sin duda el poder de lo eterno sobre la fragilidad del hombre.

Y para sentir estas maravillas o revelaciones no hay nada mejor que los sábados de El Cartel, ni nada mejor que Roma Antica. Porque como en algunos otros locales especiales, aquí también desde la cocina y la cava de Fabio y Sandra, se levantan los espíritus de ollas y botellas al ser convocados por el ansia de la sed y el mandato del hambre para marcar entre nosotros la loca excitación dionisiaca de la Ciudad Eterna.

Los tiempos de las ausencias que sufre sistemáticamente El Cartel son de verdad muy buenos para quienes se quedan porque ofrecen la ocurrencia de celebraciones dichosas cuando llega la época de los retornos. Cada uno de los apóstoles de El Cartel en algún momento está siempre de regreso. O sea, las ausencias fundan el motivo básico del reencuentro y de la celebración.

Hoy en Roma Antica ha sido así también, porque hemos celebrado el regreso y el reencuentro con nuestro amigo José Antonio Mayoral, quien estuvo ausente por años, quien es tutor de algoritmos secretos con los cuales nos ha confeccionado el mejor Cocido Madrileño y la más noble Paella Valenciana que El Cartel haya jamás degustado. Y ese tipo de cocido estará listo el próximo sábado como segunda parte de esta misma celebración.

Saludos

Flavio.

La Gente.