Venezuela y Panamá.
Después de conocer, hace algunas semanas, al chef Frank Gered de Puerta de Tierra en el Casco Antiguo y hoy al chef Javier Rendón de Il Coltello en Obarrio, he llegado a la conclusión que en Venezuela tiene que haber habido en los últimos años una verdadera revolución del buen gusto, de la distinción y de la elegancia eno gastronómica, principalmente entre la gente joven y civilizada. Ambos chef son venezolanos que pertenecen a la escuela del gran Eduardo Moreno, también venezolano y pionero de la cocina molecular tanto en Venezuela como en Panamá. Porque el chef Moreno sigue llegando sistemáticamente a Panamá para apoyar con su compleja y culta personalidad el actual proceso de modernización en curso de la cocina panameña moderna. Cocina de avanguardia, la venezolana, que replantea el arte de la textura, del sabor natural y de la sencillez.
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Ismenia y Flavio.
Hoy mi hija, atenta como siempre a las mejores iniciativas, tuvo la exquisita idea, para conmemorar el Día del Padre, de llevarme a Il Coltello, propiedad de su amigo Fadi Eldik, también dueño de Bacchu Café en Costa del Este. Nos tomamos desde las doce del medio día hasta las cinco y pico de la tarde dos Protos Roble y casi todos los platos del menú especial para el Día del Padre. A saber. Tartar de salmón y atún. Carpaccio di Manzo. Cordero Il Coltello sobre Papines Dorados, Langostinos Salteados en Mantequilla de Cointreau con Risotto de Verduritas, Tiramisú y dos Panacotta. Y casi al final, un Mud Light, un cocktail de embrujo, iniciativa de Samuel, el bar tender. Nuestra mesa fue servida por Jorge Marrugo, un verdadero ejecutivo de la velocidad y de la precisión. En la animada conversa, Ismenia planteó su definición de la felicidad que si bien no coincide con lo que yo pienso, creo yo que su idea tiene mucho más fuerza que la mía. Para ella la felicidad es una decisión. Es un acto independiente y soberano que se ejecuta mediante la fuerza de voluntad del individuo. ¡Me encanta!... Tanto, que carece de interés mencionar mi propia idea y cualquier otro de los enjundiosos temas que adornaron esta tarde, gracias a ella, para cumplir el rito de la glorificación popular de la paternidad.
Hoy mi hija, atenta como siempre a las mejores iniciativas, tuvo la exquisita idea, para conmemorar el Día del Padre, de llevarme a Il Coltello, propiedad de su amigo Fadi Eldik, también dueño de Bacchu Café en Costa del Este. Nos tomamos desde las doce del medio día hasta las cinco y pico de la tarde dos Protos Roble y casi todos los platos del menú especial para el Día del Padre. A saber. Tartar de salmón y atún. Carpaccio di Manzo. Cordero Il Coltello sobre Papines Dorados, Langostinos Salteados en Mantequilla de Cointreau con Risotto de Verduritas, Tiramisú y dos Panacotta. Y casi al final, un Mud Light, un cocktail de embrujo, iniciativa de Samuel, el bar tender. Nuestra mesa fue servida por Jorge Marrugo, un verdadero ejecutivo de la velocidad y de la precisión. En la animada conversa, Ismenia planteó su definición de la felicidad que si bien no coincide con lo que yo pienso, creo yo que su idea tiene mucho más fuerza que la mía. Para ella la felicidad es una decisión. Es un acto independiente y soberano que se ejecuta mediante la fuerza de voluntad del individuo. ¡Me encanta!... Tanto, que carece de interés mencionar mi propia idea y cualquier otro de los enjundiosos temas que adornaron esta tarde, gracias a ella, para cumplir el rito de la glorificación popular de la paternidad.
Fadi & Ismenia - Il Coltello
Saludos.
Flavio.
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