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lunes, 10 de octubre de 2011

"CASA MIA" Domingo 9 octubre 2011.

Caldwell  B  Esselstyn,  Jr., M.D.
”Prevent  and  Reverse  Heart  Disease”  

Casa  mía.
Domingo 9 octubre 2011.

Las plantas curan.

Tenía una idea distinta de mi antes de recibir el célebre libro del Dr Esselstyn el lunes 26 de septiembre del 2011 en Casa Tua. Es decir el Flavio de antes, que todos piensan todavía como el Flavio verdadero, ya no existe más. Gracias a dicho libro, gracias a la comprensión de los datos que revela y por supuesto, gracias a mi respeto por la vida y al aprecio por mí mismo es que me ha sido posible cambiar el viejo y enfermo Flavio por un nuevo tipo de Flavio, viejo todavía pero saludable. Un gran amigo chiricano me acaba de relatar la historia bíblica del Paraíso Terrenal, quizá en la versión poética de John Milton, siglo XVII. Y leer la historia del amigo me ha sugerido otro drama paradisiaco coetáneo pero con “final feliz”. O sea, que a diferencia de la parejita de aquellos tiempos,  yo tengo al igual que lo tiene toda la humanidad, la opción de otro destino diverso y mejor que el actual. O sea, como el resto del mundo, mi destino hasta ahora fue el de comer diariamente los frutos de la tierra del bien y del mal, el de entablar diálogos dialécticos con las incontables serpientes enrolladas en la vida y el de no ser expulsado de este formidable Paraíso Terrenal que todavía conserva toques del primitivo Valle de Lágrimas de la Biblia. Mi nuevo destino de hoy no tiene nada que ver con el de aquel próspero 20% de la humanidad que puebla las naciones y ciudades avanzadas del planeta. Ese fue mi destino hasta ese memorable lunes verde en Casa Tua. De este destino tradicional, o Paraíso en Lágrimas, por voluntad propia, me acabo de mudar. He elegido otro tipo de destino, un destino no tradicional. Ahora estoy en un Paraíso alternativo, en el Paraíso del piso de arriba, porque sigo una dieta a base de plantas que sin duda tiene gran calidad nutricional y que es perfectamente compatible con la naturaleza primordial de La Creación. Dieta que por otra parte comparto en gran medida con aquel 80% de la humanidad que sigue excluida del progreso material y que puebla las naciones y los campos pobres del mundo en vías de desarrollo. Pueblos que por no ingerir proteínas animales, no sufren ni de enfermedades cardiovasculares, ni de todas las otras dolencias crónicas que se abaten sobre la población más próspera de La Tierra. En mi caso los resultados fueron rápidos e imprevistos, cosa que le da sentido al cambio de Flavios. Cambio que por otra parte sólo me ha dado ganancias. Y es un tipo de ganancia gratis, que no se paga ni con penas ni con platas, porque está en la naturaleza de las cosas. “Gains without pains”. Por ejemplo, un día después de iniciar la dieta desapareció la deformación de la artritis de la mano izquierda. También desapareció la angina péctoris. Lo cual me permite ahora caminar por más de una hora a paso sostenido, cosa que hace dos semanas era prácticamente imposible, porque no llegaba ni a dos minutos. Los resultados son creíbles y de ninguna manera “increíbles” como todos me dicen. Son creíbles porque es lo que estoy viviendo y porque, como lo acabo de decir hace poco, así es la naturaleza orgánica del cuerpo humano. Que es la de hacer bien su trabajo de mantenimiento, restauración y curación, sólo cuando lo liberamos de alimentos tóxicos y contaminados. Y lo hace muy bien cuando se le defiende mediante una ingesta alimenticia de elevada calidad nutricional como lo garantiza una dieta a base plantas. Hay que entender que las proteínas animales crean obstáculos al organismo y son parte importante del problema social representado por las enfermedades crónicas y que, por otra parte, las proteínas vegetales no crean ningún problema, sino que son parte importante de la solución de dichos problemas.

Además, hoy como ayer, lo que importa en este blog es la comida, el vino y la amistad.  Por eso ahora les cuento que he descubierto nuevas recetas para mi dieta a base de plantas. Hoy he perfeccionado una que les puede interesar:


Espaghetis integral con lentejas, plátano verde, brócoli, zanahoria, pimentón rojo, apio, jengibre, semillitas de amaranto, ajo, cebolla, sal y pimienta. Un plato que tiene todas las proteínas y nutrientes que necesita el cuerpo. Poca cocción y nada de aceites. Una delicia que combina a la perfección con dos copas de Cabernet Sauvignon Reserva Los Vascos, que vende Jack Canavaggio en su nueva tienda, ubicada en donde antes estaba la Bilbaína, al final de la Vía Porras.


La otra receta se la escuché a Bill Clinton en una entrevista de Wolf Blitzer en CNN. La cual, adaptada al trópico panameño, es así:  batido de leche de almendra, o de soja, o de avena, con media papayita jaguayana, trocitos de piña nativa y un poquito de polvo de canela.

Saludos
Flavio.



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