Memorias de Flavio Velásquez...: "CASA VANDER WERF" Jueves 30 octubre 2011.

El Cartel

del jueves 20 octubre 2011.

Acta 32 – 2011.

Gran parrillada argentina

Casa vander werf

GIANNI DORNELLES, JORGE DORNELLES, EDUARDO BRICEÑO, MARTÍN CORSUNSKY, RODRIGO BAZÁN, RUBEN VANDER WERF, RICARDO JAIME, DIEGO MELNICKI, HÉCTOR CASO, GILLES LITTRÈ y

FLAVIO detrás de la cámara.

GRAN PARRILLADA ARGENTINA

EN CASA VANDER WER

Todo argentino se expresa

de manera políticamente correcta como lo enseña

“El Doctor Merengue”

y simultáneamente

de manera feroz como lo enseña

“El Otro Yo del Doctor Merengue”.

Los Masones

El otro yo.

Para los amigos del sábado la parrillada argentina en casa de Rubén va más allá de la práctica de un culto recurrente o de un sofisticado estilo de vida. La parrillada de Rubén es un viaje hacia el mundo del mito y de la magia. Es un acto colectivo de invención que reconstruye aquella armonía primordial entre humanidad y rebaño que pudo existir antes del paraíso perdido, tiempos aquellos durante los cuales el hombre inventó el arte de comer la carne y beber la sangre de sus dioses. No yo, sino ellos, mis amigos del sábado, bajo la conducción artística de Rubén, reiteraron hoy el rito antiguo de comer todo tipo de cortes y embutidos de carne vacuna y porcina. Pero tanto ellos como yo bebimos un grandioso 2007 Sophenia Synthesis “The Blend” que nos inició espiritualmente para alcanzar el gran final, un ron Flor de Caña 18 años, sublime. Afortunadamente el cumplimiento absoluto de mi programa curativo nutricional a base exclusiva de plantas no me impidió gozar del espectáculo fraterno y de la compañía polémica de los amigos, a pesar que sólo comí una ensalada de lechugas y tomates sin aceite y sin sal, acompañado de dos damas, La Nani histórica de los Vander Werf quien hoy cumple años, y “la prima Paola”, quien hace un año vino de vacaciones a Panamá y ha post puesto sine die su retorno a Buenos Aires. A ambas les narré la gesta de mi terapia alimentaria de alta calidad nutricional a base de plantas, que corresponde con una alternativa existencial, inesperada e improbable, y que me curó el dolor de corazón en pocos días y me dio la voluntad de reinventarme una nueva y saludable vida. O sea, que dicha terapia corresponde con mi ya famoso Plan C, el cual resolvió el estado avanzado de mi insufrible Angina Péctoris y la artritis reumática en los dedos de la mano izquierda. Constato que el Plan A era la cirugía coronaria de urgencia y el Plan B era comprar una hamaca para esperar plácidamente el cercano día de mi último respiro. Y por suerte a nadie se le ocurrió esa noche en casa de Rubén, agredirme por cometer el sacrilegio de abstenerme de seguir junto con el resto del grupo la antigua y sabrosa liturgia carnívora de este grupo y de un 20% de la humanidad más avanzada, más próspera y más enferma. Pero cumplí, porque es ciertamente saludable, con la otra liturgia. La del beber vino y licor, moderadamente. Por otra parte, como es ya tradición oral del grupo del sábado, fue esta cena, más que ninguna otra, una gala implacable de conflictos de personalidad entre los machos alfa del grupo. En esta sesión el “combate mortal” fue entre Rodrigo versus Héctor, y no viceversa. Por lo que el noble y distinguido príncipe Sir George se sintió desplazado del escenario en el desempeño de su papel histórico de matador de dragones, papel que ha representado siempre con el heroico fervor de revivir la gesta medieval de San Jorge. Como iba diciendo, es una gran suerte para el grupo que el sentido de humor de Rodrigo sea tan serio, tan arcano y tan complejo como para que no se notara. Mientras que el sentido de humor de Héctor es otra cosa. Es muy visible, se nota mucho y se le pasa rápido, para quedar atrapado al instante por un síndrome anafiláctico mental, volcánico y cautivante, o sea que Héctor sufre una reacción alérgica de rechazo total cada vez que se topa con todo lo que él define como “una burrada”. En este punto, para definir mi posición, deseo inclinarme a favor de la tesis teológica del antiguo Cardenal Ratzinger, cuando era Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la poderosa institución de la Curia Romana instituida para la defensa del Dogma, la cual es una versión civilizada de la Sacra Inquisición. O sea, estoy de acuerdo con la proposición: “NO al relativismo”, porque yo también creo que hay una verdad absoluta y nada más, como la que proclama la Santa Iglesia de Roma como su verdad. Así mismo, por ser la misma cosa, estoy de acuerdo con lo que postulan textualmente los grandes Chefs Gourmet del París histórico más clásico y tradicional: Es decir: “…hay una sola manera, válida y de buen gusto, de cocinar y de comer bien… la de quien sabe.” Aclaro el sentido mistérico de mis palabras. Para quienes no están familiarizados con la civilización argentina, la cual no tiene nada que ver con las otras civilizaciones, incluyendo la occidental, Argentina es el país más rico en recursos naturales y humanos que existe en el planeta. Pero es mucho más rico que todos los demás países juntos por la existencia de una suma infinita de viñetas humorísticas, dibujadas y narradas, desde hace más de un siglo y pico por las mentes más súper dotadas y amargadas de la historia humana. Esta calidad celestial del pueblo argentino, me refiero a la de apreciar y disfrutar la genialidad, el mal humor y cualquier buen chiste, es un sesgo ascendente en la cadena evolutiva de la especie Sapiens. En Panamá la experiencia muestra lo contrario. Aquí no solo es de pésimo gusto ser genial y tener buen gusto, sino que además, son cosas muy peligrosas. Yo puedo postular estas afirmaciones temerarias como verdades inapelables, o sea, como dogmas, porque vivo en Panamá desde 1939, el año en el que la Europa civilizada y social aprendió a cantar: "Deutschland, Deutschland über alles!". Y viví en Argentina algunos años, en los tiempo de “¡Perón, Perón que grande sos!” , o sea, durante mi transición orgánica de niño a adolescente, porque la otra, no la hubo, ya que mental y emotivamente desde hace 70 años me transformé en el anciano que soy hoy. Época plateada aquella gloriosa época argentina, durante la cual descubrí una estrepitosa verdad, gracias al genial maestro radial “Pepe El Zorro”, cuyo humor social era un arma de extermino antropológico masivo, como lo es el humor de casi todos los viñetistas argentinos. Esa verdad revelada consistió en que es el personaje de la tira cómica quien de verdad existe realmente en Argentina y quien, a su imagen y semejanza, fabrica y educa al lector y al pueblo argentino desde antes de nacer. En consecuencia los argentinos son un pueblo muy inteligente, por eso, por ser hijo reconocido de la sensual y siempre juvenil, La Madama Broma, amancebada con el musculoso, siempre viril y entradito en años, El Varón Talento. Y eso enmarca el evento capital de la noche en Casa Vander Werf. A saber. Rodrigo no quiso compartir su definición subjetiva del término Masón que usó como alabarda agresiva para tratar de abatir al dragón Héctor. Rodrigo, al estilo de Sir George, lanza en ristre, lanza el tiro y falla el blanco. El dragón vive. Entonces Rubén me pidió que lo hiciese yo. Y no pude hacerlo porque no tengo la menor idea qué significa ser Masón, ya que es un secreto iniciático y mistérico reservado solo a los feligreses de dicha congregación. Y yo ese tango no lo sé danzar. Por eso nos quedamos todos con las ganas de saber qué significa masón. Pero todos celebramos con bromas de todo color la entrada triunfal de la palabra “masón” en nuestro lenguaje guerrero como arma letal para las batallas verbales del futuro.

¡Una gran noche!

Saludos.

Flavio.

Las fotos…

No me olvides.

Uno de los símbolos mistéricos de la fracmasonería alemana.

Las tres cualidades humanas más importantes que la francmasonería de la libertad de conciencia pensó desarrollar en las dirigencias de los pueblos son: la de perfeccionar la capacidad de escuchar con atención, la de reflexionar de manera racional y sobre todo la de practicar diálogos éticos y honestos.