Pesquera Reserva 2008
La bodega
histórica de Don Alejandro Fernández, Pesquera, siempre me hipnotiza además
de llenarme de admiración. Y hoy más que nunca porque uno de sus súper
tempranillos fungió de vino de consagración para resguardar de conjuros
encubiertos los primeros días de prueba de este nuevo restaurante, el cual será
algo mucho más de lo que hoy parece, como postula una famosa serie inglesa de
aventuras celestiales, que dice de un lugarcito chiquito como TANINO, “chiquito por fuera y grande por dentro”.
Y más todavía porque TANINO está bajo la
bella y acertada conducción gastronómica de chef Fabien Migny y sus
estrepitosas sedimentaciones provenientes de la mejor escuela de cocina de
París, Joel Robouchon. Y aún hay más. Por la ingeniosidad elitista de la pequeña
cava privilegiada de su vecino de al lado, CANAVAGGIO WINE BOUTIQUE. Solo atravesando una
puerta comunicante, hoy el amigo Jack Canavaggio se apareció a esta degustación
y cata en TANINO WINE BAR con este vino que merece 92 puntos, por lo menos. Gran
vino elegante, solemne, oscuro y sedoso. Y así como hay vinos de meditación porque
no admiten nada más que el silencio reverencial del amor, a este vino le va muy
bien, en adición, el apelativo
provocativo de vino de excitación, como la seda china que, imitando una
metáfora de la ilusión, se enreda inadvertidamente entre los pliegues carnosos y
suaves que de este vino ofrecen sus taninos, dulzuras, frutas y
alcoholes. Y que, por último, se llevó muy bien con el menú degustado y
con nosotros. Creo que pronto estaremos mejor preparados que hoy, quizá después
de carnavales, para completar con algunas otras cositas más que faltan por
llegar, la oferta gastronómica de TANINO, a beneficio de nuestros amigos, de nuestros
conocidos y, sobre todo, de quienes todavía son desconocidos de buen gusto.
Salud.
Flavio.
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