THALASSITIS 2011
Assyrtiko, Santorini, GAIA ESTATE.
GRECIA IV
Todos creemos que la Grecia de hoy viene de un remoto y glorioso pasado. Es cierto. Pero nadie sabe que este vino griego de uva Assyrtiko de Santorini que estoy catando me ha revelado, gracias a Gobi, la estrepitosa idea que la Grecia de hoy es un mensaje llegado de un remoto futuro.
¿Qué puedo decir? Tendría que ser un artista programático como el amigo Gobi para asociar este Asírtico de Santorini con los múltiples matices de otros frutos de la tierra, de los minerales de la tierra, del velo misterioso del microclima en el fruto, del "terroir" de la viña en la bodega, de la magia de la barrica en el "viñerón", para replicar con palabras, como la hace Gobi con maestría, el maná de sensaciones que este vino primordial deja caer con generosidad en mi nariz y en mi paladar. Por eso no lo haré.
Solo puedo decir que no sé quién lo vende aquí en Panamá. Pero si puedo decir: ¡Gracias Juan! ¡Gracias Fabio! Por tanta generosidad de tan alta calidad y de tan alta clase.
También puedo decir que es un vino tan de la gente simple, tan de picor y caricias como en las agujas del vino español de la gente pobre, tan de agobiadas y de íntimas palpitaciones, típicas de una geografía impenetrable y árida, que para rendirle el tributo que quiero rendirle y que no puedo, me veo obligado a reflexionar de la siguiente manera: Hace mucho tiempo la gente pobre marginada de las grandes ciudades, después de la primera y de la segunda guerra, se fue a vivir a los grandes locales en donde prosperaron fábricas y establecimientos que la crisis de las postguerras extinguieron. Espacios enormes en donde los muebles parecían tan insignificantes como aguja en un pajar. Arquitectos y artistas geniales hicieron posible que los muy ricos copiaran el manierismo desértico de la pobreza, para inventar uno de los estilos más costosos de la modernidad: el minimalismo. Quizá es esto lo que la Grecia de Santorini me está diciendo en este vino blanco y seco. que estoy oliendo, degustando y viendo ahora y aquí, con decenios de anticipación: un cautivante manierismo que será muy costoso en el futuro, pero que hoy está aquí y ahora, al alcance de todos, como de manera afectuosa y sincera me reveló Gobi.
Saludos.
Flavio.