Perrier Jouët Grand Brut Non Vintage |
À la belle étoile
Este vino estaba tan buenísimo que nos pareció a Fabio y a mi tan interesante y tan añejo como yo. Por eso creí que las letras M63, grabadas a punzón candente sobre un costado del corcho, era el año de la cosecha. Errada e indisculpable suposición fue la mía al pensar así, porque gracias a nuestro erudito amigo Gobi que sabe más de vino en teoría y en prácticas que más de una docena de Robert Parkers, esas tres letras solo indicaban el lote del corcho. Gracias a la explicación de más abajo de Gobi (*), resultó entonces que la etiqueta no indica explícitamente el año de la cosecha por lo que este espumante no es tan de rancia alcurnia como pensé. Sin embargo es la primera vez en mi vida, y Fabio concuerda conmigo, que el alma, la mente, la pasión y el cuerpo de ese espumante francés que tomamos tenía la sustancia y la prestancia poderosa de la realeza de pura sangre y, además, de la más noble sangre ancestral. Porque fue ese espumante para nosotros un Rey de reinos, aunque vestido a la plebeya por no llevar fecha escrita. Algo así como hoy el Papa Francisco quien logra lucir la frágil apariencia de la humilde pobreza pero sumergido en el corpulento contenido fastuoso de un cargo cuya sustancia además de "appariscente" es sagrada y divina. Como ésta champaña francesa del día de mi cumpleaños número 74, catada y bebida después de las doce de la noche en un recinto sembrado de narguiles y de vibraciones semitas.
Una denominación de origen es lo semítico, que solo define una esencia cultural y de ninguna manera podría referirse ni a contenidos biológicos, ni étnicos y, creo yo, ni siquiera lingüísticos. Al respecto, entornos de dominio semítico existen aquí en Panamá en varios locales. Por ejemplo. El día que cumplí 74 años en El Sultán de Las Terrazas de Multiplaza fue como un himno a la gloria del Levante y al culto de "â la belle étoile". O sea, años abiertos al aire libre, y a la niebla del narguile, y al cuidado de estrellas en la noche panameña y tropical...
Salud.
Flavio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario