Vistas de página en total

miércoles, 23 de marzo de 2011

"LUNA" Martes 22 marzo 2011

Restaurante Luna
Martes 22 marzo 2011

Tema
Encuentro con Augusto Zambrano.


Sus amigos
Omar Jaén, Reimar Tejeira y Flavio Velásquez.

No hay tertulia que pueda ser más densa en contenidos ricos de civilizadas interpretaciones históricas y de asombrosas descripciones de linajes ancestrales y genealogías que una en donde tome la palabra el mejor amigo posible,  el Dr Omar Jaén. Lo cual es un privilegio excepcional para quienes tuvimos el beneficio inestimable de escucharlo durante este almuerzo. Pero una tertulia en donde además estén también Augusto y Reimar no hay manera de encontrar mejores calificativos que los ya ofrecidos a Omar. Ambos, Augusto y Reimar, inmersos en el conocimiento profundo del orden agrícola y de los frutos de la tierra.  

Y recordamos a la madre de Reymar, Otilia Arosemena de Tejeira, una mujer de elevadísimo nivel humano, académico y político quien ha marcado con el sello de la excelencia, como maestra de educadores, la mejor generación de maestros y profesores de Panamá.
Otilia Arosemena de Tejeira

Y además en esta grata ocasión se añadieron tantas memorias inéditas y graciosas del Grupo de Tierras y Aguas, formado entre otros amigos ya fallecidos por los presentes, Omar, Augusto  y yo, sobre las negociaciones de los Tratados.  En especial las de nuestras largas estadías en Washington y Contadora para cumplir con ese necesario y patriótico propósito. Lugares, Washington y Contadora, que fueron espacios de encuentros racionales en las percepciones, centrados en la sustancia y maduros en el trato entre dos grandes naciones, los Estados Unidos y Panamá, que gracias a esas tres condiciones lograron dejar el monumento ejemplar y único consistente en un proceso complejo de comunicación y en varios logros concretos clamorosos que motiva su estudio especializado en todas las cancillerías del mundo, como consta en el Epílogo de la magna obra del Dr Jaén en tres volúmenes: “Las Negociaciones de los Tratados Torrijos-Carter 1970-1979”.

Fue un almuerzo de clase y estilo equivalente en distinción a la bella decoración del lugar, al servicio premuroso de los meseros, al cuidado minucioso y atento del gerente Andrés de la Guardia y a una cocina de gran calidad. Y por supuesto una lista de vinos muy razonable y breve de mi entero agrado. Nos acompañó un Pinot Noir “Cono Sur”, chileno, de atinada delicadeza.

 
Saludos.
Flavio



No hay comentarios:

Publicar un comentario