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martes, 6 de septiembre de 2011

"LOS AÑOS LOCOS" Lunes 5 septiembre 2011.

El Cartel del Lunes
5 septiembre 2011.
Acta 27 – 2011.

EN


LOS  AÑOS  LOCOS
Sir George, Rubén, Flavio, Eduardo y Gianni.
En la cavita de Los Años Locos.



Los indignados de Panamá.

Hoy celebramos los cumpleaños de Sir George y CarloMagno. A pesar que el sábado hubo disponibilidad de algunos pocos para asistir a nuestro almuerzo semanal, incluyendo a Rodrigo, resulta que nadie convocó a nadie y por dicha razón la sesión del sábado no se hizo. Fue Rubén quien propuso celebrar un encuentro alternativo hoy lunes en la antigua cavita de Los Años Locos porque el próximo sábano no podrá estar con nosotros. La de hoy fue una cena de las buenas. Y estuvo ausente CarloMagno porque está con su familia celebrando pero el sábado entrante estará presente. Sabemos la hora y el día del próximo almuerzo. Pero no sabemos dónde ni cuántos asistentes seremos. Hay tiempo para aclarar la situación. Hoy hablamos de manera tan polémica como si hubiese estado presente Héctor, quien sufre de gripe por el momento. Los amigos Rubén, Sir George, Eduardo y Rodrigo opinaron de manera ética e institucional. Lo cual está bien pero no es mi estilo. Por lo que postularon la gran necesidad de hacer el parquecito que no hicieron en su momento ni Mayín, ni Bimbín ni Bosco durante los últimos 17 años. Y expresaron gran indignación por la apropiación indebida de un patrimonio público por parte de la iniciativa privada de algunos súper avivatos.  Se trata de un parquecito que nunca se hizo por alguna razón de peso encubierto aunque el proyecto de hacerlo siempre se postuló al descubierto, desde el mismo inicio en que Mayín hizo el relleno sobre la ribera de la bahía por allá por los años 1995. Frente a mis amigos yo presenté, sin defenderla ni creer en ella, la mentalidad egoísta y predominante de los panameños consistente en el aprovechamiento para beneficio privado de espacios que deben ser de beneficio público. Es una idiosincrasia dominante y generalizada. Sostuve ese punto de vista como constatación del reality-show que representan nuestros gobernantes desde hace varias generaciones al respecto y que se manifiesta hoy también en relación con dicho parquecito. Reitero aquí que es tal el predominio en Panamá de la iniciativa y de la propiedad privada en detrimento de las áreas de uso público que la ciudad y los ciudadanos nos hemos quedado sin aceras, sin parques, sin estacionamientos y prácticamente sin calles amplias. A mi no me extraña que un parquecito de una hectárea al ingreso del opulento vecindario de Punta Paitilla que debió existir desde hace tantos años todavía no exista. Y por algo obvio será, Y estoy plenamente de acuerdo con mis amigos que lo lógico, lo correcto y lo necesario es hacer finalmente el bendito parquecito y juzgar y condenar a los funcionarios que resulten culpables de prevaricación en el ejercicio de acto público. Pero si no se ha hecho hasta ahora, por algo obvio será. Y ese algo obvio ha salido a flote una vez más en forma de predominio de la codicia individual y empresarial por encima del beneficio y de los intereses de la ciudad y de la sociedad. Lo que debió haber sido desde hace 17 años no ha sido desde hace 17 años. Ahora, en estos momentos, hay que ver si el peso del orden, de la equidad y del derecho podrá vencer el poder portentoso del beneficio privado que siempre se ha posicionado por encima del bien común. Porque, por ejemplo,  el deterioro de la institucionalidad y del prestigio de los Órganos del Estado,  la Asamblea, la Corte y el Ejecutivo,  le ha ido abriendo camino precisamente al dominio omnipotente de los intereses personales y sectoriales, desde hace ya varias generaciones. Esa terrible debilidad institucional  que incluye también la funcionalidad del político y del partido político,  facilita un amplio ejercicio discrecional del Fuero Presidencial como un poder que no sufre el condicionamiento de los contrapesos tradicionales. Eso es lo que es aunque, lo sé, eso no es lo que debiera ser. Por lo que hoy frente a la debilidad crónica de nuestras instituciones públicas, administrativas y partidistas,  solo sobrevive el poder supremo y no contrastado del Presidente y de los intereses económicos, individuales y sectoriales, dominantes. El país se estremece, como el resto de los países del mundo, al impacto profundo de la indignación y quizá muy pronto se dará inicio aquí en Panamá  nuestra propia primavera panameña.

 
Saludos.
Flavio.

Álbum de fotos de una gran cena.

Rodrigo

Sir George y Rubén.

Eduardo



Gianni.



El plato insignia de El Cartel
Huevos estrellados al jamón ibérico.



Un vino que nos trajo Eduardo de Portugal.
No quedó ni una gota.



El vino insignia de El Cartel.
Aunque yo postulo al:
Sophenia Synthesis 2006





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