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martes, 22 de enero de 2013

"LUNG FUNG" Lunes 21 enero 2013.

La Mesa del Lunes de Pietrosanti.


Relámpago del Catatumbo.

Catatumbo significa Eterno Resplandor del Cielo,  ya que así señalaron desde hace siglos, quizá en su lenguaje nativo, los motilones mansos, el culebrear de brillos resplandecientes entre las nubes tormentosas del cielo, las cuales  centelleaban continuamente la mayor parte del año, mientras también se abatían durante la noche miles de rayos  sobre los territorios ubicados al sur del lago de Maracaibo. Se iluminan así todavía hoy las noches del Lago de Maracaibo. Exactamente sobre los inmensos pantanos que conforman el delta del rio Catatumbo.

RAYOS ANUALES POR KILÓMETRO CUADRADO
Hay otros lugares en el mundo en donde a los relámpagos les encantan mostrarse con frecuencia exagerada. Uno de ellos es Kifuka en el Congo Democrático. Catatumbo y Kifuka tienen la frecuencia de rayos por kilómetro cuadrado más alta del mundo. Algo por debajo de los doscientos. Pero esa cifra no es nada si la comparamos con los mil cuatrocientos millones de rayos que suceden en todo el planeta cada año. Son rayos que en su mayoría viajan entre las nubes del cielo porque dos de cada diez se desploman  sobre la tierra.

Y todo esto no tiene nada que ver ni con nosotros, “Los Comensales del Lunes de Pietrosanti”, ni con el almuerzo apoteósico de hoy en el Lung Fung, organizado por el gran Eduardo Briceño en honor de esa resplandeciente venezolana, toda vestida de rojo,  bautizada Daniela Verde. Quizá he  rescatado esa luz venezolana del Catatumbo, también conocida como El Faro de Maracaibo, en esta Memoria porque la mencionó Fabio a propósito de un asunto que no recuerdo. Esto me obliga a explorar mis Memorias encubiertas. El Faro de Maracaibo por lo menos ha cumplido dos grandes tareas militares. La primera en 1596 cuando iluminó la flota de Francis Drake mientras se  acercaba a Maracaibo, salvando la ciudad del saqueo. Y la segunda cuando facilitó la destrucción de la flota imperial española por el Almirante José Prudencio Padilla el 24 de julio de 1823.   
De resplandores y relámpagos hemos tenido en abundancia hoy aquí en La Mesa del Lunes de Pietrosanti, menciono algunos: Daniela, Sandra, Fabio, Juan Grande, Juan Chico, Eduardo, Rubén y yo.

Saludos.
Flavio.

Cangrejo.


Robalo al racimo de uvas.

Langostinos



Langosta.


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