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lunes, 1 de agosto de 2011

"ALKIMIA Y CASA TUA" Sábado 30 julio 2011.

Acta 22 – 2011
El Cartel del Sábado
30 julio 2011.
En
ALKIMIA
y
CASA TUA


Rubén Vander Werf, Flavio Velásquez y Héctor Caso en ALKIMIA.
En la mesa un caldo tan vasco como navarro,  Ramón Bilbao Crianza. 
Uno de mis riojas preferidos porque viene del Valle de Ebro,
entre  la Sierra de Cantabria al norte y la Sierra de la Demanda al sur.
La Demanda tiene entre sus montes las rutas de mis  peregrinajes sagrados en juventud.

Panamá.
Paraíso natural y liberal.
Nos preguntamos por qué nosotros los panameños, a pesar de padecer desde hace muchos años crisis de inequidad económica y social nunca resueltas, y a pesar de cultivar con intensidad una cultura nacional de la queja cada vez más crispada, no hemos desarrollado un movimiento de multitudes indignadas, del mismo tipo que manifiestan hoy los pueblos de aquellos países mediterráneos, cristianos y musulmanes, que de manera abrupta parece que despertaron del sueño que los deslumbró durante el último decenio y en el cual se les apareció el maravilloso espejismo del liberalismo.  Yo no tengo una respuesta. Tengo solo una historia cuyo significado, cualquiera sea el mismo, podría indicar la respuesta que mejor nos cuadre. Hoy almorzamos en ALKIMIA, Rubén, Héctor, Eduardo, su hijo y yo, bajo la talentosa y solitaria batuta del chef propietario Toni Núñez porque al caer durante toda la mañana un aguacero de increíbles torrentes de agua, como es ya rutina desde hace meses, los cocineros de Toni decidieron quedarse en sus casas sin avisar ni responder a las llamadas telefónicas del dueño. Dicho esto, me permito decir también que es ya un hábito nacional la falta de puntualidad y cumplimiento por parte del trabajador y del empresario panameño. Y este hábito de chaparra estatura es parte constitutiva de un estilo de vida general. Una cosa es obvia,  muchos empresarios, quizá la mayoría, se ha adecuado a ello y mantienen sus niveles de beneficio como si nada. Pero me parece un hecho único y especial que demasiados trabajadores panameños modelan su improductividad como una forma encubierta de premio personal y de incremento encubierto de su remuneración nominal. Entonces sucede el hecho sorpresivo que en medio de este ambiente de “timba y kilombo” llegan los extranjeros atraídos por dos cosas. En primer lugar, la imagen internacional de Panamá como paraíso natural y liberal.  Y en segundo, el estable crecimiento económico de Panamá a prueba de crisis internacionales. Y lo curioso es que aquí en Panamá los indignados siempre han existido, pero en grupos gremiales o vecinales aislados. Y siempre han salido a la calle por razones muy circunscritas a sus propios intereses sectoriales o de grupos. Algún día, creo yo, los excluidos de Panamá saldrán en masa a la calle por razones básicas, o sea, por los costos crecientes de la vida y de la pésima calidad de los servicios públicos. Y quizá también, algún día, por la elevada tasa de crecimiento económico cuyo beneficio no perciben porque la riqueza se ha  redistribuido siempre de manera desigual a favor de la minoría feliz. En esta minoría feliz de nuestra sociedad, tarde o temprano terminan por entrar los extranjeros, quizá por la sencilla razón que huyen de sus fríos países avanzados en vías de bancarrota para echar raíces en este sólido paraíso natural y liberal. Pero vienen sobre todo impulsados por su propia cultura tradicional de trabajo y rendimiento. De esa manera fundan aquí en Panamá un contraste de culturas laborales que ya se nota a escala nacional. Pero apunto una anotación final. Y digo para terminar que esto es muy bueno porque este aporte extranjero de actitudes productivas dinámicas tiene para Panamá la misma calidad de un nuevo y gran recurso económico, parecido en virtudes a su potente Canal, a su bondadosa naturaleza tropical y a su sistema institucional y jurídico de corte liberal.

Saludos.
Flavio.

Álbum de fotos.

Después que terminó el almuerzo de los amigos de El Cartel a eso de la 4pm fui invitado a unirme a la mesa de la comitiva española de Toni con Pepe López, Juan Condeminas, Alberto García y
las damas panameñas, Vanessa Villalobos y Liz Vergara



A eso de las 7pm cuando ya estábamos solos Toni, Liz, Vanessa, Alberto y yo, disfrutamos de la generosa distinción de MAURO, un gran “vino de la tierra de Castilla y León”, de Mariano y su hijo Eduardo García, que es fruto del terruño de Tudela del Duero. Mariano fue el enólogo estrella de Vega Sicilia por más de treinta años. Y este Mauro 2008 tiene  85% Tinto Fino, 15% Syrah y 16 meses en barrica de roble.
La grandeza de España embotellá´.


A las 10pm llamamos a Mássimo, chef propietario de  CASA TUA para ir a cenar y cerrar con broche de oro un sábado como de gloria. Alrededor de las 11pm llegó la bella Liz y la preciosa hija de Toni con una comitiva de hermosas jóvenes quienes cenaron algo y al terminar se fueron todos para un evento en el Casco Antiguo. Yo de CASA TUA me fui directamente a casa mía.
En la foto con sentido contrario a las manecillas del reloj: Vanessa Villalobos, Toni Núñez, Flavio Velásquez y Alberto García. Que no sé si es pariente de Alberto y Eduardo García, hijos de Mariano, enólogos de Mauro. Al fondo una de mis botellas preferidas: Primitivo de Mandurria.
En la mesa dos bandejas apoteósicas: espaguetis ai frutti di mare y penne alla bolognese.



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