Acta de El Cartel
Sábado 27 noviembre 2010.
Tema periférico.
Billy, the kid.
Billy
Lugar.
Residencia de Carlos Abrahams.
Los participantes.
Carlos, su esposa Ana Cecilia y sus hijos Carolina y José Miguel, Rodrigo y su padre Jorge, Rubén y su padre Edgardo, Héctor, Sir George, Martín (Messi), Gilles, el mar y sus voces, y yo, El Patriarca.
Los ayudantes.
En la cocina: La señora Virgen María, que está en la familia de ACA desde hace dos generaciones, una institución histórica.
En la mesa: Humberto, joven, rápido y cuidadoso con las copas de cristal. Algo nunca visto.
Porque ahora siempre tiene con quien hablar.
En el piso: Billy, el niño de la casa y el más noble y social West Highland White Terrier del mundo. Que antiguamente dialogaba conmigo cuando sentado en las escaleras yo le hacía compañía en sus momentos de soledad, antes que sus antiguos dueños, una joven pareja de profesionale simpre atareados, quienes al tener trillizos pensaron que Billy no cabía en la cuna. Y entonces sucedió el milagro: ¡la familia Abrahams!
Ahora Billy es muy feliz.Porque ahora siempre tiene con quien hablar.
Los postres.
Dos hijas adolescentes de dos familias que comparten ambas familias una elevada calidad y distinción en el esmero y en el estímulo de los nacientes talentos de sus hijos. Felicitaciones a los Bazán y a los Abrahams, padres ejemplares.
De Paloma Bazán, hija de Rodrigo y Rachel: Dos postres sensacionales, uno de los cuales, el tiramisú, fue creado sólo y especial para mí. De más está decir que sigo anonadado del gusto y desbordante de agradecimiento. Gracias Paloma por tus gentilezas.
De Carolina Abrahams, hija de Carlos y Ana Cecilia: Un postre en el rango sublime de Paloma. Postre de tres niveles y cuyo nombre, cualquiera que sea, jamás podrá revelar el impacto gustativo de su contenido. Todo un éxito. Felicitaciones, Carolina.
El apartamento de los Abrahams.
Amplio, de fino y gran decoro, articulado de manera cómoda e inteligente con varios espacios sociales separados entre sí, sin linderos insuperables de acceso y circulación entre ellos. Excepto el comedor y la sala familiar, cada uno en su propio recinto asilado como debe ser. La vista de la lujosa Bahía de Panamá desde este elevado piso viene aparejada de armonías concertantes del mar sobre las rocas de la ribera marina. Audio y video al natural enviado por la marytierra, como en casa de Martín en la Cinta Costera, para ser invitada principal de la sesión. Fue la marytierra nuestro noveno invitado. Qué gran sentido de hermandad y afectos organizaron los dueños de casa con sus premurosas atenciones, con sus presencias adorables y sobre todo por desplegar la rara virtud de saber extraer de cada uno de los presentes sus más nobles y alegres sentimientos. Por eso y por mucho más todos los presentes quisimos quedaros para siempre, pero, por supuesto, la reunión selló su término y todos los presentes nos desbordamos en expresiones de reconocimiento hacia Carlos y Ana Cecilia, y también entre nosotros. Tal es el espíritu de cohesión y placer vital que dominó este almuerzo desde su inicio hasta más allá del pasar de las marcas del tiempo. Gracias Carlos y Ana Cecilia por privilegiarnos y honrarnos con esta bella experiencia. Y que se repita allí y siempre y en donde sea que estemos. Abrazos. Flavio.
La comida.
Se abrieron las bocas para iniciar con chorizos de diversos orígenes ibéricos.
Alternados con almendras tostadas por Carlos con distintas especies.
Varios tipos de aceitunas españolas y griegas.
Y finalmente la gran paella preparada por Héctor. Una oferta a su cargo y cuenta cuyo contenido fue muy generoso en langostinos, anillos de calamares, trozos de carne blanca y adicionales frutos del mar. Excelente aroma, sabor y textura como los grandes maestros saben hacer. Y la cantidad para que quedara. Comimos como siempre, con ganas.
Después de los postres llegaron los manchegos, de cabra uno y de vaca el otro.
Y entonces aún cuando habíamos libado varias botellas de vinos, de espumantes y de vinos de aguja, Gilles abrió su Tres Vieux Rhum Clement de Martinique y Carlos un Zacapa a todo dar. No quedó de esto nada.
Los Vinos.
Tempranillo Ambisna 2006.
Vino de aguja rosado Penedés de Valformosa.
Vino de aguja blanco Penedés de Valformosa.
Alvaro Palacios Velles Vynes 2007
Dos botellas de espumante Viudas Seguras, de la botella bella.
Viña Magna Reserva 2003, Duero.
AN/2 2006.
Viu Manent Noble Semillón.
Este vino es “el papacito” de los tempranillos.
Ideal para abre bocas agresivos como los chorizos riojanos y
quizá los jamones ibéricos.
Lo tiene Oriol Serra en su tienda
SDS Pasión por el Vino
Costa del Este.
CONVOCATORIA
El sábado próximo 4 de diciembre nos reuniremos a partir de la 1:30pm en el recién inaugurado Restaurante Metáfora. Creo que se nos permite llevar vinos y licores.
Abrazos.
Flavio.
Metáfora
Cocina de Autor