"SDS" & "AÑOS LOCOS" 30 octubre 2010.



Acta de El Cartel

Sábado 30 octubre 2010.

Lugares visitados:

SDS PASION POR EL VINO

y
BAR DE LOS AÑOS LOCOS

TEMA:  

Variaciones sobre un tema original de Oriol

 "Descorcha el vino para librar el tiempo de su prisión”

La madre de todos los Cartel se nos apareció hoy a Mauricio, su hijo Enrique y a mi. Llegó del más allá pasando por Rioja y Castilla propio en la víspera de la noche de Brujas, la cual es una liturgia grandiosa de origen celta que desde hace tres mil años marca el inicio de un mundo diverso y mejor, o sea, marca el fin de las cosechas. En los anales del Cartel no hay nada mejor que este sábado embruja´o. Y el brochecito de oro que cerró la jornada lo puso el bar de Los Años Locos con una tirita sin hueso y una entrañita a la parrilla servidas en la más absoluta de las intimidades, ya que había solamente otra mesa aledaña ocupada por un papá y sus tres hijitos viendo una partida de fut, como nosotros tres. Les confieso, estimados amigos ausentes, que en la oscura soledad de nuestro querido bar maridamos el vino que trajimos de la tienda de Oriol con esa carne ansiosa de unirse en apasionada cama de honor con un verdadero campeón, el Mas Franch Optim 2004 de la empresa familiar Natur Montsant.

MAS FRANCH ÒPTIM 2004

El cual se cultiva en una empinada finca a terrazas centenarias que salen 700 metros sobre el nivel del mar, cuyo nombre es Finca Margalef, ubicada en el Parque Natural Montsant, una zona colindante al Priorat. Vino que fue educado desde su nacimiento para que llegara a ser el delicado gigante de alta clase que ha llegado a ser, por obra y gracia maestra del enólogo catalán Toni Coca, quien por doce meses lo cuidó en barrica de roble para lograr una sensación complaciente y balanceada compuesta de 35% Cabernet Sauvignon, 35% Grenache, 15% Syrah, 10% Merlot y 5% Carignán. Y no se extrañen por esa fantasía innovadora del norte porque aún así sus creadores siguen siendo catalanes con tradición. Pero esa mística liturgia de maridaje entre la buena carne y el gran vino riojano, en la acogedora penumbra del bar de Los Años Locos, estuvo precedida en Costa del Este por una gloriosa marcha triunfal de cinco vinos asombrosos que catamos en la tienda de Oriol Serra, SDS Pasión por el Vino, entre ellos el Corimbo 2008 del cual se abrieron dos botellas de las tres únicas que el amic Oriol trajo a Panamá hace unos días como primicia mundial porque es la primera añada de un vino que fue etiquetado hace 15 días nada más. Y es la cosecha inaugural de esta nueva línea de producción de Bodegas La Horra, en Ribera del Duero, propiedad de Bodegas Roda, oriunda de Rioja. Y no se extrañen por esa fantasía innovadora de un norte ibérico castellano más alejado hacia el poniente de la milenaria Rioja alavesa porque aún así sus creadores siguen siendo catalanes tradicionales quienes en Castilla y León descubrieron sus mejores atributos y terruños para inventar nuevos tesoros. Y de la misma Bodega Roda catamos de manera paralela un Sela, 96% tempranillo + 4% graciano, también novedoso. Pero vino riojano diseñado para gusto de la gente joven. Y no se extrañen por esa fantasía innovadora del norte mas celoso de su histórica identidad porque aún así sus creadores siguen siendo catalanes que cuidan sus tradiciones. Es la segunda vez esta semana que me toca probar el Sela de los jóvenes y en ambas le doy cien puntos. Y aun así no sería justo que afirmase por eso que el Sela riojano es mejor que el Corimbo castellano. No lo es. Porque si bien es cierto que puedo decir hoy que prefiero el Sela quizá es porque se puede consumir joven, y también puedo decir que el Corimbo lo voy a preferir dentro de algunos años, quizá porque está hecho para madurar en el tiempo. Es decir, ambos tienen cuerpo y alma de sus propios terruños pero en tiempos distintos.
Si todo hubiese concluido aquí con ese encuentro entre dos vinos de Rioja y dos de Castilla y León, entonces la reunión del Cartel en SDS habría sido la mejor de mis Actas. Pero no fue así. Porque, al menos yo, no contaba con la presencia del joven Gobinjidt, un cliente insólito que gusta practicar el difícil arte del reto. Y hasta donde pude comprobar en esta ocasión, ganó Gobi a Oriol y ganó Rioja a Duero. Gobi trajo dos vinos de su espectacular cava para enfrentar los dos vinos que presentaba Oriol. Y aquí entre nos, eso es algo que le gusta a Oriol, eso de ser retado, porque quizá sabe que aun cuando pierda una batalla sale siempre vencedor en la guerra. Veamos. Gobi trajo de DUERO, un Emilio Moro 2005, todo de tinto fino, del área de Pesquera. Y de RIOJA, un LAN Edición Limitada 2004, 85% Tempranillo, 10% Mazuelo, 5% Graciano con 5 meses en barrica y un peso de 95 puntos en WS. Apabullante. Este vino es grandioso, impactante, y declaro que es el ganador de esta gesta medieval impuesta por Gobi. No se sorprendan que Rioja pueda, algunas veces, ganarle al Duero, como decía San Agustín “En las guerras del amor, vence quien pierde”. Aun así declaro que los cuatro vinos están extraordinariamente bien construidos.

(FOTO GOBINDJIT)

Emilio Moro 2005
Peñafiel, Ribera del Duero, Castilla y León

Bodegas Roda Corimbo 2008
La Horra, Ribera del Duero, Castilla y León

LAN Edición Limitada 2004
Fuenmayor, Rioja Alta, Rioja

Bodegas Roda Sela 2008
Haro, Rioja Alta, Rioja

Si todo hubiese concluido en este punto la reunión del Cartel habría sido entonces la mejor de todos los tiempos y lugares. Pero no fue así. Porque Oriol sacó a relucir un cisne negro, es decir un evento tan poco probable que es imposible que suceda, pero que algunas veces sucede, como en esta ocasión. Pero hablemos de eso un poco más adelante. Por el momento veamos lo que sigue. Allí en la tienda SDS estuvimos reunidos un grupo muy reducido de parroquianos estremecidos de placer y de entusiasmo por el estro armónico de Oriol Serra y engalanados por el donaire bético de Leonor Alcántara, su gerente, quien disfruta cata y degustación tanto como el cliente más exigente. Presentes al solemne duelo de titanes los personajes que siguen: Por supuesto, Oriol. Gobi, el cliente soñado y perfecto acompañado de su padre y de su hermano, Bernardo Rivas de Bodegas Mi Amiga, Mauricio y su hijo Enrique como relevo generacional y yo, el escribidor de siempre. Como para intensificar el advenimiento de lo oculto en este día cercano al de las Brujas gringas desaparecieron hoy, como por encanto, todos los innumerables y fantásticos clientes de Oriol quizá para consagrar en exclusiva a los que llegamos a este santuario hechizado, con la más hipnótica, privilegiada y original cata en mi memoria. Allí aprendí que el mejor ibérico de bellota del mundo es el jamón Joselito. También aprendí que todavía tengo mucho que aprender porque a Oriol se le ocurrió la estrepitosa idea de sacar a relucir un Pedro Ximénez Selección de Bodegas Robles del año 1927, o sea, del año de la primera vendimia, uno de los vinos más célebres y más premiados del mundo.

ORIOL SERRA NADAL

 y en sus manos

Pedro Ximénez Selección de Bodegas Robles del año 1927

(FOTO GOBINDJIT)

Esta noble fabricación montillana debe dormir por cincuenta años en barrica antes de salir a la calle, y supera con creces al Esszencia 1993, Chateau Pajzos, que ofreció Gobi en julio y que está a varios niveles celestiales por encima del Tokaji 6 puttonyos. Gobinjidt es un nombre propio punjabi que recurre siempre en los mejores momentos de quienes cultivan la pasión por el vino. Gobi no sólo es el más intenso erudito de vino que he tenido el privilegio de tratar, sino que tiene un excelente buen gusto y amigos y familia que lo adoran. Y tiene una virtud única que lamentablemente yo aprendí muy tarde en la vida, cuando ya los daños a mi cuerpo fueron irreparables y la perfección de mi espíritu era ya inalcanzable. A saber. Gobi es un consumidor inteligente y moderado tanto en catas como en degustaciones, producto de una idiosincrasia educada que nosotros los del Cartel quizás estamos en vías de aprender, uno de estos días.