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domingo, 21 de noviembre de 2010

"CAN MASOLIVER" Sábado 20 nov 2010.

Acta de El Cartel
Sábado 20 noviembre 2010.
Restaurante Can Masoliver

Tema:
Alma Negra.
Hoy fue uno de esos sábados tan cargados de situaciones y personas importantes que no se me ocurre por dónde empezar. Probaré por el inicio de toda esta trama medieval cuando Mauricio y yo fuimos al medio día a visitar SDS en Costa del Este,  para degustar un Señorío de Cuzcurrita obsequiado por Oriol. Nos atendió Leonor. Mauricio llevó de Caminito Gourmet unas empanaditas que nunca antes en el pasado me habían interesado y que hoy me parecieron  sensacionales. Aunque  en una ocasión Oriol mencionó que Selva tenía predilección por las de “gallina en salsita de ají” por lo que pedí una sin siquiera conocerla y sin saber lo mucho que una vez probada me iba a gustar. Magia improvable, porque me sentí transformado en platea por culpa de un hechizo catalán,  para deleitarme y ovacionar esa empanadita que en brazos del Cuzcurrita entonaron armónicamente un apasionado “duetto d´amore” . En eso llegó a esta reunión un vecino de SDS, Glenn, y se combinó entre todos una tertulia de lo más agradable y en la mejor tradición ibérica. Compré un vino soñado por mí, el Traslanzas, sobre todo frente a la perspectiva de escuchar a Ana Martín propietaria y enóloga de esa bodega ubicada en Cigales, Castilla, ya que pronto estará aquí en Panamá para presentar una cata vertical de este vino.

Tempranillo de Cigales.

Llegó el momento de partir siendo casi las dos de la tarde rumbo a Can Masoliver en donde la mesa de El Cartel estuvo compuesta de tres generaciones. A saber: Rubén y Edgardo su padre, Rodrigo y Jorge su padre, Mauricio y Enrique su hijo, Gilles, Jorge, Héctor y yo. Tomamos siete AN de Mallorca y un Mas Franch Optim de Montsant. La comida fue impresionante en cantidad de platos. Pero para qué mencionarlos todos ya que antes los hemos enumerado. Aquí el testimonio que hay que dejar es que todos los platos presentados hoy por Pedro Masoliver fueron de una elevada calidad. Creo que no nos dimos cuenta de lo mucho que comimos, hablamos y bebimos, quizá porque ese vino adictivo de Miguel Angel Cerdá, el ÀN, nos creó uno de esos estados de ánimos que todo lo hace posible. Constatamos en expresiones unánimes de todos que Pedro sigue creciendo en aciertos y agrados. Por eso todos los presentes lo rodearon de aprecio y aplausos merecidos. Yo confieso que con Pedro he aprendido algo que no sabía. Que puede existir un lugar  como Can Masoliver en donde siempre cada vez que regresas resulta ser maravillosamente mejor que el anterior. Y me uno al concierto de aplausos en su honor. Después pasaron las horas y los amigos se fueron. Pero quedamos Gilles, Edgardo y yo. Gilles ofreció Rhum Clement después que Oriol nos agasajó con Diplomático. Estuvo en una mesa adyacente la hija de un amigo de mi pasado instituiconal, del Chato Alemán, Carmen con su esposo Tabo Toral. Intercambiamos memorias y buzones. Les presenté a Oriol y Selva porque es obvio que hay armonías e historias por compartir entre Carmen, Tabo, Oriol y Selva. En eso llegó Eduardo y posteriormente yo me encargué de convencer a Addys para que nos acompañara. En fin a las 7:30pm nos retiramos. Un sábado como nunca. Saludos. Flavio.

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