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miércoles, 3 de noviembre de 2010

ORIOL SERRA & PERE MASOLIVER 11 septiembre 2010.


EXPANSION TERRITORIAL POR PARTE DEL REINO DE ARAGÓN Y DEL CONDADO DE BARCELONA DURANTE EL SIGLO XIV PARA DOMINAR LO QUE SERÁ LUEGO EL “MARE NOSTRUM” DE LOS AUSTRIAS ESPAÑOLES DE CARLOS V  Y  FELIPE II A PARTIR DEL SIGLO XV. LO CUAL HIZO POSIBLE LA AVENTURA GLOBALIZADORA Y PLANETARIA DE CRISTOBAL COLÓN.

ACTA DEL CARTEL - Sábado 11 septiembre 2010.

Participantes:
Héctor Caso, Martín Corsunsky y Flavio Velásquez.
Reunión 1:
De Oriol Serra Nadal, SDS International, Costa del Este.

Reunión 2:
De Pere Masoliver, Can Masoliver, El Cagrejo.

TEMA
LA GRANDEZA DE CATALUÑA

Se denomina “La Señera” a la bandera de Cataluña, la más antigua del mundo. Símbolo del dominio político y comercial del Reino de Aragón y del Condado de Barcelona sobre el mundo civilizado del siglo XIV, mundo ubicado alrededor del Mediterráneo. Por alguna misteriosa asociación el mismo tipo de barras rojas horizontales de La Señera también adorna hoy la bandera imperial de los Estados Unidos.

Afortunadamente para la cultura occidental moderna el intenso maridaje entre Barcelona y París a mediados del siglo XX hizo posible la invención del surrealismo, como expresión pop de la irracionalidad humana y del rechazo colectivo de la ética y de la estética. Arte de la fuga, el surrealismo, practicado por la raza humana al mismo inicio de los tiempos con el fin de ser expulsada del Paraíso Terrenal. El surrealismo es una práctica artística estremecedora y despiadada que la casi totalidad de los individuos y la absoluta totalidad de los dominios dinásticos, parlamentarios, democráticos o dictatoriales practicaron y practican todavía hoy unos contra todos desde aquellos inmemorables tiempos bíblicos. Y hoy 11 de septiembre un evento surrealista perverso, entre tantos otros que siguieron al mismo y que se apoyaron en él, acaecido en New York hace nueve años ostenta sin pudor, en la taquilla mediática, esa naturaleza humana prevalentemente incivilizada y cruel frente a la cual todos nosotros quienes, a pesar de todo, buscamos y practicamos el confort del gran vino y de la buena comida tenemos que hacer cuentas a toda hora del día y de la noche desde que nacemos hasta el día del último respiro. Y este sábado 11 de septiembre de 2010, aquí en Panamá, sólo tres sobrevivientes de El Cártel, a saber, el CEO Héctor, el enorme Messi y yo, nos reunimos en dos lugares distintos para celebrar un solo evento excepcional de carácter placentero porque lo más importante de hoy es que se conmemora el día nacional de la región autónoma de Cataluña. Hoy esta fiesta nos sucedió “como por milagro”, de manera estrepitosa. Disfrutamos, para sorpresa nuestra, la tutela enológica y culinaria de dos grandes catalanes residentes en Panamá, Oriol Serra Nadal y Pere Masoliver.

Primero por invitación única y especial de Oriol Serra Nadal a su gran amigo, el CEO Héctor, <El Grupo de los Tres> fuimos premiados con una cata de vinos y tapas catalanas de gran estilo y calidad entre la una y media y las tres y pico de la tarde en su vitrina cava de Costa del Este, “SDS Pasión por el Vino”. Las exquisitas y estilizadas tapas a base de mariscos unas y carnes otras se maridaron a la perfección con los excelentes y numerosos vinos servidos en tradicionales copas tulipanes de cristal de bohemia. Las tapas fueron obra maestra de Selva María Silva Duque, socia fundadora de SDS Internacional, dama distinguida y elegante de corte venezolano y catalán. Nos preparó entre tantos bocadillos los calamares encebollados, las cocas de "recapte", la escalivada de pimientos rojos y las "mandonguilles" o albondigas con "sepia" que fueron los más notables protagonistas del abundante menú. Para iniciar catamos un espumante champenois de la bodega Caves Canals Nadal, el ANTONI CANALS NADAL, Brut Cupada Selecció (50% macabeu, 40% xarel-Io y 10% parellada), elegante, femenino y delicado. Así como hubo tantas variedades notables de tapas también hubo numerosos vinos de gran clase y de diversas bodegas catalanas. Entre ellas: Viticultors Ánima Negra, Bárbara Forés, Celler Marco Abella y Celler Burgos Porta. Me permito mencionar en especial, de la tierra de Mallorca, el ÁN 2005 y el ÁN/2 2006, ambos sublimes y espirituales.
Al respecto me dijo Gobi Singh Dhaliwal, el de tishert verde en la foto, un inteligente y joven coleccionista de grandes vinos, que pronto llegará de la misma bodega su estandarte insignia, el SON NEGRÉ 2005, un vino criado en barricas nuevas de roble francés de grano muy fino por casi dos años. Es un caldo de tres variedades mallorquinas, 95% callet + 5% mantonegre y forgoneu, provenientes de tres pequeñas viñas del área de Son Negre. Aclaro que cada año se decide si esa cosecha pasa a ser denominada Son Negre. Y si no tiene el nivel de calidad excepcional necesario para merecer la denominación Son Negre entonces pasa a ser parte de la añada de ÁN el cual es ya un vino admirablemente muy balanceado y completo. Después de las tres de la tarde nos recibió Pere Masoliver rodeado de La Señera. No recuerdo el nombre de los vinos pero fueron dos botellas catalanas diversas merecedoras del primer premio “Para el recuerdo de sus cuerpos seductores”, de las cuales una quedó casi por la mitad. Nos acompañó Pere en la mesa, a quien le gusta recomendar platos de su preferencia y apunto aquí que a mí me gusta que así sea. Pero a Héctor y a Messi, no. Tienen personalidades muy definidas y egos tan firmemente arraigados como para resistir el dejarse llevar por la corriente. Ambos están jóvenes y todavía pueden darse el lujo de ejercer el libre albedrío. Ambos son tan intensos como mis hijos quienes a los cuarenta años, que es cuando realmente comienza la vida, practican sistemáticamente la ruptura del cordón umbilical para conquistar la independencia y la propia identidad individual. Yo a mi edad, a mis setenta y pico años, que ya no los llevo a cuestas porque, “qual piuma al vento”, se los han llevado el tiempo del olvido. Y ahora, como le sucedió al último de los Buendía, al final de Cien Años de Soledad, lentamente, al dueño de esos años pasados, también se lo están llevando las hormiguitas. El pan catalán recién horneado como siempre lo gustamos para repetir varias veces. Se sirvieron tres tapas sensuales: un queso de cabra al horno con pasta de albahaca, un revuelto de huevos con tocino catalán y hongos, y un escabeche de salmón y hongos. Los platos principales también fueron tres: una paella de conejo ofrecida gratuitamente por Pere, un solomillo de cerdo en salsa de piña y miel y, por último, una cazuela de langosta y mero acompañada de arroz blanco que prácticamente no pudimos terminar. De postre sólo una explosión de chocolat, que es una forma gigante de fondant francés con helado de vainilla. Y entonces, para hacer debate en ausencia de Sir George, Héctor postuló que a él “no le gusta comer fotos de comida”, para decir así que él rechaza la idea de comer platos vestidos de agraciados y vistosos adornos que son sólo accesorios refinados e insustanciales. Lo cual usualmente encubre alguna disfuncionalidad en la cocina. Comparto plenamente la protesta del CEO, porque ciertamente lo que vale en el plato es la calidad invisible del contenido. La verdad es que los platos que comimos estaban en su apariencia y en su contenido como afiches de película. En cierta forma nos comimos algo mucho más intenso que una foto bien parecida y retocada, nos comimos hoy, primero en Costa del Este y después en El Cangrejo, una forma de ser de la cultura mediterránea, en otras palabras, un antiguo trocito de civilización europea. Al respecto Héctor y yo compartimos y aplaudimos la profunda reflexión propuesta por Messi referente a los accesorios caros y lujosos que como un collage de periferia algunos nativos con bille se los pegan alrededor de una moto o de un vehículo de calidad promedio para hacerlos lucir mediante pretenciosos maquillajes un lujo prestado que sólo existe en su apariencia exterior y no en la sustancia. Y parece que esta superficialidad resulta ser una práctica muy común entre los ricos precarios e improvisados de por aquí, quienes además manifiestan tozuda y erróneamente que “eso” es lujo de verdad. Según <El Grupo de los Tres> esos cocotudos están equivocados ciertamente porque pensamos que lujo de verdad es tener al menos un Aston Martin, tocayo de Messi. Pero quizás la vanidad por ese lujo aparente esté fundada por un desconocimiento grave de otras opciones alternativas, o sea, de esas opciones que dependen de la cultura y de una buena educación. Siguieron dos frases lapidarias. Una de Héctor: “la mona aunque se vista de seda…” Y la otra de Flavio: “sale muy barato ser rico en Panamá”. Es decir, los nativos ricos asentados en este trópico nuestro pueden ostentar con orgullo ese tipo de cáscara lujosa sin siquiera saber que se trata de una manifestación importante de pobreza espiritual. Como siempre llegó el final de la reunión. Y ese fue el momento indicado para recordar con nostalgia a los amigos ausentes que están de viajes de negocios y placer por el mundo. A saber: París, Las Vegas, Madrid, Kenia, Pekín, etc. Primero, gracias a una memoria sonriente de Pere, recordamos al Rey Gilles de Lamú y a su natural colección de pitones, boas y anacondas. Y el terror surrealista del vecindario de la via Argentina, o de Bella Vista. Recordamos también a Sir George y su maravilloso mundo cristalino y argentino. Y al Emperador Mauricio, viajero en la tierra de Confucio, disfrazado de Kung-Fu rezando en el altar del Templo del Cielo de la Ciudad Prohibida para que las inversiones (cultivos) den generosas rentas (cosechas) y disfrutando delicadezas como el chicharrón de escorpión acompañado de esencia Chi-Fú de medio putonio. Nos hicieron falta la potencia de Rubén, los sueños de Rodrigo, la pasión de Mayoral y el estilo aristocrático de Carlo Magno. Por eso <El Grupo de los Tres> propone al resto de El Cartel hacer un almuerzo punjabi en Masala negociado ante Koreena por nuestro enviado especial, Brecha, quien como todos sabemos es nuestro benefactor manifiesto y quien ha sabido acostumbrarnos al más elevado caché de las buenas mesas orientales. Y yo, para terminar, propongo impulsado por remotas experiencias personales a Carlo Magno para que dirija un sábado chino espectacular en Ever-Green y otro sábado peruano espectacular en Machu-Pichú. Como todos sabemos, el Gran Carlos tiene estilo y de que sabe, ¡sabe! Abrazos. Flavio.

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